A veces podemos pasarnos
años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se
concentra en un solo instante. (Oscar Wilde)
Tristemente, reconozco
que soy incapaz de reconstruir gran parte mi infancia, solamente me
vienen ráfagas de luces, imagines en blanco y negro. Pero, nunca una
parte completa. Siempre la he querido recrear aunque sea una etapa
corta para arrastrarla al presente. Me pregunto, por que? Es posible
que sea algo similar a aquello que experimentan las persona s adoptadas, cuando siempre quieren encontrar algo sobre los padres
biológico, y no precisamente para volver a vivir con ellos. Sino
simplemente, a nadie le gusta el sentimiento que produce la perdida
de algo o alguien. Tampoco nos gusta vivir la situación de perdida o
el hecho de ser anónimos.
La recuperación de los
objetos o recuerdos es un viaje que (comporta)contrae riesgos. No
todos, estamos dispuestos a pagar por algo que nos inquieta, aunque
no tenga nada de valor. Mas allá de la parte misteriosa de saber que
es o que existe. Viajar al pasado, quizás puede ser
fascinante,porque retrocediendo en el tiempo logramos darle sentido a
cosas que forman parte de nuestra vida. Incluso puede ser una nueva
oportunidad para restaurar todo lo que nos ha hecho sufrir o nos ha
atormentado. Ya que sabemos que nuestra memoria nunca ha sido una
fiel grabadora de los hechos. Sino siempre suele añadir elementos, y
censurar otros. tal vez, de manera consiente podemos influir para
relativizar los daños, o minimizar las perdidas,y como no!
inventar acontecimientos que nunca han existido para hacernos sentir
felices.
Viajar hacia atrás, a
veces es incomodo, como el hecho de ocupar los asientos del tren que
dan la espalda a la locomotora, a veces, la sensación de mareo es
inevitable. Pero, es importante recordar el objetivo del viaje, y que
mientras tanto hay que amortizar cada momento, porque no se trata de
perder algo para recuperar otro.
Para viajar en el tiempo,
justamente no se necesita contar el tiempo. Porque, la angustia del
reloj, las canas que aparecen en nuestro pelo, las arrugas... nos
hacen correr más, para llegar al mismo sitio donde van todos los
mortales. Por eso, nos puede interesar mas alcanzar el objetivo que
el tiempo que tardemos en hacerlo.
Mi historia empieza con
una imagen de mi abuela paterna que me sujetaba en brazos, cerca de
un nogal situado justo al lado de una casa de barro, deduzco que era
su casa y también deduzco que me edad no superaba los tres años. Mi
abuela era guapísima, o eso siento ahora al recordarla, de hecho no
tengo ninguna foto suya. A demás el recuerdo en sí es borroso. Ella
cogía nueces, las cascaba y me daba. Eran las mejores nueces que he
probado en mi vida. O sea también pienso que era así. El nogal era
muy grande y el color verde de sus hojas parecía mas intenso de lo
normal. Quizás me falten muchos detalles para recrear la escena a la
perfección. Sin embargo, cada vez que viajo a este momento mi invade
un huracán de ternura. Es solo un momento. Pero vale por una vida!
Alguna vez he llegado a
pensar que es un momento inventado, que me hace vibrar por el hecho
de revivir un sentimiento tan puro. Tampoco me importa mucho analizar
este evento para saber su naturaleza y veracidad. Sino, me maravilla
el impacto que genera en mi. Sera posible que nosotros somos capaces
de construir un relato y dotarle de alma con aquello que sentimos. En
todo caso, no creo que nadie pueda negarme que los momentos de
ternura son los mas difíciles de falsificar.
Quiero creer que la
imagen de la abuela,el niño y el nogal ha sido una semilla que brota
cada vez que el cielo de la vida llueve sobre mi espalda. Al margen
del tiempo, al margen de las estaciones del año. Todo cobra sentido,
la cara borrosa de la abuela que me regala inmensas oportunidades de
ponerle un rostro que la identifique como mujer y no solo como mi
abuela. Espero no equivocarme en reducir la imagen de todas las
mujeres en una. Aquella que me daba las nueces o el alma del nogal.
Hace poco hablé con mi
madre del tema, ella mi dijo que la abuela paterna estaba muerta
cuando nací.